Felipe

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Por Quino

jueves, 27 de marzo de 2014

Educación, la eterna duda

Según el programa Informe Semanal, Educación: asignatura pendiente, España afronta la enésima reforma educativa de la democracia en educación primaria y la segunda en formación profesional.

Los datos de la página web del Ministerio de Educación, en el curso 2012-2013, muestran como el total de profesorado de Enseñanzas de Régimen General no universitarias se situó en 664.325 y el gasto público en educación fue de 47.220 millones de euros en 2013. Lo que supone un 4,58% del PIB.

Sin embargo, todos estos esfuerzos parece que no aportan los resultados deseados.  El abandono escolar temprano en España (24,9%) sigue doblando la media de la Unión Europea (12,8%) según datos del propio Ministerio de Educación y el informe Pisa nos sitúa por debajo de la media europea.

Pero, hablemos un poco de historia. Para los griegos, según Savater (1997),  el ideal educativo (paideia) consistía en: la educación, que realizaba un pedagogo-educador en el seno familiar, que consistía en la enseñanza de los valores de la ciudad o el desarrollo de la integridad moral y la instrucción, que realizaba un maestro externo a la familia y que consistía en la enseñanza de conocimientos instrumentales (lectura, escritura y aritmética). Teniendo para ellos más importancia la educación que la instrucción. Savater (1997) dirá a finales del siglo XX que "separar la educación de la instrucción no sólo resulta indeseable sino también imposible".

De alguna manera, el paso del tiempo ha perpetuado este sistema pero cambiando la importancia de estos dos elementos. Será a finales del siglo XVIII en Prusia, donde nacerá la escuela moderna (La educación Prohibida) para posteriormente, ir expandiéndose al resto de países al mismo tiempo que la revolución industrial, aplicando sus mismos criterios "busca obtener los mayores resultados observables (concepción científico-técnica de la educación), con el menor esfuerzo e inversión posible, aplicando fórmulas científicas y leyes generales. La escuela era la respuesta ideal a la necesidad de trabajadores".

Nacía así la escuela obligatoria. Víctor Hugo citado por Pennac (2008) decía "El derecho del niño es ser un hombre; lo que hace al hombre es la luz; lo que hace la luz es la instrucción. De modo que el derecho del niño es la instrucción gratuita, obligatoria".

Pero, ¿realmente sabemos qué es educar?

En la educación se mezclan dos conceptos: aprender y enseñar. Podemos enseñar sin que nadie aprenda y podemos aprender sin que nadie nos enseñe, pero en la mezcla de ambos es donde se produce el hecho educativo, aunque no todo lo que se enseña y se aprende sea educativo. Aprendemos durante toda nuestra vida, Savater (1997) nos dice que el ser humano tiene "la capacidad innata de aprender". Unos serán más receptivos que otros, "alumno  golosina o alumno zoquete" dirá Pennac. Pero todos, de una forma u otra,  en un momento dado, también somos capaces de enseñar. Todos podemos participar del proceso educativo informal, Savater reconoce que "cualquiera puede enseñar" lo único que se requiere es "haber vivido antes el conocimiento que desea transmitirse".

Llegados a este punto, me pregunto ¿quién forma las largas huestes de enseñantes-educadores-profesores-maestros?, ¿Están motivados para llevar a cabo su trabajo? Savater nos dice que dada la importancia de la educación primaria, estos serán los mejor preparados y los mejor remunerados pero ya sabemos que, al menos en España, esto no es así y nuestros profesores, según Moreno en su Panfleto antipedagógico están más desanimados que nunca. Por contra Finlandia exige a sus profesores ser los mejor preparados y según el informa PISA los países que obtienen mejores resultados son los que pagan mejores salarios a sus educadores. Los detractores del sistema educativo consideran a los profesores como "funcionario al que el estado le dice que tiene que enseñar y como lo tiene que enseñar" en La educación prohibida.

Savater nos propone una "formula magistral" para salir de esta situación: "Enseñar es siempre enseñar al que no sabe y quien no indaga, constata y deplora la ignorancia ajena no puede ser maestro". Por tanto, el profesor debe tener esa vocación de transmitir conocimientos. Pennac (2008) dirá hablando de los buenos profesores: "los tres estaban poseídos por la pasión comunicativa de su materia (...) Eran artistas en la transmisión de su materia. Sus clases eran actos de comunicación", pero será el amor la clave en materia de instrucción. Para Savater la principal característica que debe tener todo profesor es el optimismo, la ilusión por mejorar, tanto personalmente como a sus alumnos.

Pero, ¿donde se produce todo este proceso educativo? La escuela será el lugar elegido no sólo para esa educación formal, sino que también servirá para un gran número de funciones diferentes a instruir, como: proceso de socialización, comedor social o lugar de custodia. Aunque "siempre he pensado que la escuela la hacen, en primer lugar, los profesores" dirá Pennac en Mal de escuela.

Como todo, la educación no está exenta de polémica. No es nuevo el hecho que algunos padres prefieran educar a sus hijos en casa, como ya hemos dicho, era el único método antes que se creara la escuela tradicional. Savater dirá: " lo importante es enseñar a aprender". Las grandes universidades se rifan a estos alumnos, al menos eso dice el diario ABC en su artículo "Harvard se rifa a los niños educados en casa".

Sin embargo, decidir qué es lo mejor para nuestros hijos dependerá de cada uno de nosotros. No es una tarea fácil, lo digo por experiencia, aunque como dice Kent Robinson y otros expertos, no matemos su creatividad, alimentémosla.

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