Felipe

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Por Quino

viernes, 4 de abril de 2014

El "lo" de la Educación Física


Pennac en su libro Mal de escuela nos habla del "lo" en la asignatura de lengua. Para ello, nos da ejemplos de cómo trabajar el "lo". Pero, ¿cuál es ese "lo" para nosotros, futuros profesores de la Educación Física?


© QUINO (Lavado, Joaquín Salvador). Toda Mafalda. Buenos Aires, Ediciones de la Flor, 2007

"—Nunca no lo conseguiré, señor.
—¿Cómo dices?
—¡Nunca no lo conseguiré!
—¿Qué quieres conseguir?
—¡Nada de nada! ¡No quiero conseguir nada!
—¿Y entonces por qué tienes tanto miedo a no conseguirlo?
—¡No quería decir eso!
—¿Qué querías decir pues?
—¡Que nunca no lo conseguiré, eso es todo!
(...)
—Bueno. ¿Y qué te parece que es ese «lo»?
—No lo sé.
—¿Qué quiere decir?
—No lo sé.
—Pues bien, es absolutamente necesario que averigüemos lo que quiere decir, porque eso es lo que te da miedo, ese «lo». –No tengo miedo (...)
(...) «Lo»: primero, aquel ejercicio de mates que había encendido la mecha.
«Lo»: luego el de gramática que había avivado el incendio. (¡La gramática me toca las narices más aún que las mates, señor!) Y así sucesivamente: «lo», la lengua inglesa que no se dejaba aprehender; «lo», la tecnología que le hartaba como todo lo demás (diez años más tarde le comería el tarro y otros diez años más tarde aún se le atragantaba); «lo», los resultados que todos los adultos aguardaban de él en vano; en resumen, «lo», todos los aspectos de su escolaridad".

Pennac, D. (2008) Mal de escuela.

- Nunca lo conseguiré.
- ¿Qué quieres conseguir?
- Aprender a dar la voltereta, terminar en el tiempo marcado los 200 ms., aprender a botar el balón.

Estas son algunas de las respuestas que obtendremos de nuestros alumnos y a las que tendremos que dar solución.

"Lo primero que tengo que decir es que esto no va de que niños  y niñas entrenen sino que el objetivo es la atención a la diversidad de intereses y posibilidades motrices, que el alumnado pueda demostrar con naturalidad y libertad sus capacidades y habilidades físicas" Extracto de la guía de apoyo para la construcción de la convivencia intercultural en los centros escolares de la Liga española de la educación y la cultura popular.

Desde mi punto de vista lo primero que va a condicionar ese "lo" serán los alumnos zoquetes, por eso es importante determinar quiénes serán estos alumnos.

Normalmente, los zoquetes en Educación Física no suelen ser los mismos que en el resto de asignaturas, más bien al contrario. Destacarán por su falta de aptitud física y de actitud, quizás arrastrada desde años anteriores. La falta de motivación o el miedo al ridículo interferirán en su forma de enfrentarse a sus compañeros.

Me viene a la cabeza el trabajo propuesto por Emiliano, nuestro profesor de baloncesto del año pasado, que versaba de la interdisciplinariedad entre la Educación Física a través del baloncesto y el resto de asignaturas. Una de las primeras cosas que surgieron fue que era una buena forma de detectar algunas carencias de nuestros alumnos en otras asignaturas y así, tratar de ayudarles a superarlas.

Os propongo un ejemplo de la guía de apoyo para la construcción de la convivencia intercultural en los centros escolares, en el podemos ver diferentes situaciones que nos podemos encontrar en una clase y que bien gestionadas harán que nadie se sienta zoquete:
  
"En la clase de ayer Fátima, responsable de su grupo, eligió a Ainhoa, Rocío y Ahmed. En la evaluación contó que les eligió porque Ainhoa es su mejor amiga, a Rocío porque sabía que también ella quería aprender a montar bien en monopatín, y a Ahmed porque les podía enseñar. Reconoció que se enfadó mucho cuando Ahmed dijo eso de que las chicas no mandaban, sabía que lo decía porque su padre le había enseñado que eso no está bien pero ella, que también es marroquí, no estaba de acuerdo con eso. Como era responsable del grupo y tenía muy claro que debía lograr que Ahmed participase, explicó que no quiso enfrentarse a él sino que intentó hacerle ver la importancia de su papel como profesor de monopatín. Ahmed explicó en la evaluación que se sintió muy orgulloso de que en medio de toda la clase se le reconociese su habilidad con el monopatín y cuando le pregunté como lo había hecho Fátima, dijo que muy bien (creo el reconocimiento de su habilidad ante los demás, supuso un revulsivo que le ayudó a aceptar el papel de Fátima en el grupo).

El grupo de Nicolás ya estaba formado cuando llegó Rocío y él intentó hacerla comprender que se tenía que ir a otro grupo. Yo desde fuera vi que había un conflicto e intervine mostrándole a Rocío todas las opciones que tenía. Si yo le hubiera castigado o dicho que se fuese a otro grupo, no le habría dado la libertad necesaria para asumir su responsabilidad. Como estaba demasiado enfadada para querer jugar, tomó la decisión de irse. Yo que a Rocío le cuesta más que a otros asumir las normas y relacionarse, espero que como en el tiempo consiga aprender a convivir. 

Hubo más grupos pero sólo me voy a detener en el que era responsable Juan. Éste ha llegado hace poco al colegio y yo no estaba muy segura de si podía asumir el cargo de responsable, me parecía que todavía no se sentía muy seguro y ubicado en el colegio y era pedirle demasiado. Por eso, antes de la clase hablé con Carmen y ella me explicó que precisamente el tomar un papel protagonista en un grupo pequeño, le iba a ayudar a adquirir confianza con los compañeros y compañeras y de esta forma tener mayor seguridad en clase. Además, sabía que lo podía hacer muy bien porque había observado que Juan tenía un gran sentido de la responsabilidad, gracias a la educación que le estaba dando su madre. En la evaluación, el resto de su grupo dijo que les costó mucho elegir a qué jugaban y que Juan les dio mucha seguridad al poner turnos de palabra para hablar y lograr que entre todos se pusieran de acuerdo sin que ninguno se sintiese mal."

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