Las horas de estudio dan paso a los nervios ante-examen. Poco después, comienzan los nervios post-examen. ¿Habré contestado bien esta pregunta? ¿Habré aprobado?Con el paso de los días la incertidumbre al respecto se hace cada vez más insoportable.
Y ¿qué queda después de todo eso? una nota, que no se sabe a ciencia cierta que es lo qué refleja.
¿Y los conocimientos? Se supone que lo importante es eso, lo que hemos conseguido aprender.
Y eso que hemos conseguido aprender tiene mucho que ver con el profesor. Como enfoca la asignatura. Qué grado de participación da a sus alumnos. Cuál es su metodología de trabajo.
Aquellos que quieran dedicarse a la educación, tendrán que plantearse todos estos temas en un futuro no muy lejano, por lo que os dejo la pirámide del aprendizaje según William Glosser.
Si la comparamos con lo que hemos podido hacer en Educación del Movimiento, vemos en que parte de la pirámide se encuentra el trabajo realizado y que cada uno extraiga sus propias conclusiones.
¡¡¡Feliz verano!!!
Buena pirámide, otra forma de ver las taxonomías educativas. No la conocía y de nuevo me da que pensar. Parece de irnos que es más efectivo enseñar que leer. Pero, como podemos enseñar sin leer? Enseñar lo que es pobre o incorrecto es tan ineficaz como leer pobremente. Me gustaría ver una distribución más 'orgánica' del tema, si puede decirse así. De nuevos gracias por hacer,e pensar y buen verano (por lo menos)
ResponderEliminarGracias Víctor. Entiendo que esta pirámide no es excluyente. La educación es la suma de todo.
ResponderEliminarBuen verano